Los afrodescendientes han contribuido de forma excepcional al desarrollo de las sociedades y las naciones a lo largo de la historia, algo que continúan haciendo hoy en día. Sin embargo, su patrimonio y culturas han recibido un reconocimiento y una valoración limitada. El Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015–2024) constituye una oportunidad para compensarlos por este perjuicio.
Los retos a los que se enfrentan los afrodescendientes son, en parte, el legado de las vergonzosas prácticas de la esclavitud, la discriminación y la segregación, ejercidas a lo largo de siglos. El racismo, la discriminación estructural, la marginación, el discurso de odio y los delitos motivados por prejuicios siguen siendo problemas graves y generalizados, a pesar de todo lo que hemos vivido y aprendido con el paso de los años. Los migrantes y refugiados procedentes de África se encuentran entre las personas más vulnerables de la actualidad, ya que en ellas se centra la discriminación basada en el origen racial o étnico, la situación social y económica, y la ciudadanía. Lo más impresionante de todo ello es que, a pesar de estas dificultades, los afrodescendientes son líderes en todos los ámbitos de la vida, del arte a los negocios, de la política a la filantropía, del deporte a la habilidad política, la música, la literatura o las ciencias.
El Decenio Internacional de los Afrodescendientes exhorta a los Estados Miembros y a las personas de todo el mundo a acabar con la discriminación racial y la exclusión sistemática de los afrodescendientes. Los Estados tienen la responsabilidad específica de facilitar la participación plena y en condiciones de igualdad de los afrodescendientes en la vida pública, política y económica, y de garantizar la igualdad de acceso a la justicia y una igual protección ante la ley. Todos debemos luchar contra la fijación de estereotipos y la incitación de la violencia o el odio raciales y étnicos. Los valores y las actividades del Decenio también otorgan una alta prioridad a poner fin a la discriminación contra las mujeres y las niñas afrodescendientes.
El sistema de las Naciones Unidas está firmemente comprometido a fomentar los objetivos del Decenio mediante, entre otras cosas, sus órganos de derechos humanos, organismos especializados, fondos y programas. Aprovechemos juntos esta oportunidad de emprender una iniciativa específica y conjunta con el objetivo de luchar contra el racismo y la discriminación racial, y de trabajar a fin de garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos para todas las personas.
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