Pronunciamiento con motivo del aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho al desarrollo
GINEBRA (30 de noviembre de 2017) – Un grupo de especialistas en derechos humanos de las Naciones Unidas* han hecho un llamado urgente a la acción para garantizar un futuro basado en la igualdad, la justicia y la solidaridad. En una declaración que marca el 31° aniversario de la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo el 4 de diciembre, los expertos subrayan la necesidad crítica de actuar ahora sobre el desarrollo sostenible. Su declaración completa es la siguiente:
«Tenemos que trabajar por la igualdad y la justicia hoy, así también puede beneficiar a la gente del mañana. Este principio debe ser el núcleo del proceso de desarrollo.
No perdamos nunca de vista el hecho de que este mundo será el que dejemos a generaciones venideras. Nuestras responsabilidades como ciudadanos globales se extienden más allá de la generación actual.
Los daños al medio ambiente, el uso indebido de tierras cultivables, el cambio climático, la creciente concentración de tierras en manos de unos pocos, los rápidos cambios demográficos, los conflictos, el comercio desleal y las industrias extractivas descontroladas ejercen una presión sin precedentes sobre los ecosistemas del planeta, amenazando los medios de subsistencia y el bienestar de miles de millones de personas en todo el mundo.
Los avances en la expansión del uso de la energía sostenible ya han quedado cortos respecto de lo necesario para alcanzar los objetivos 2030, acordados globalmente para la energía renovable y la eficiencia energética.
Las cifras globales sugieren que los intentos de desacoplar el crecimiento económico del mayor uso de los recursos naturales también están fallando. Esta tendencia va en contra del objetivo declarado por la humanidad –e internacionalmente acordado– de lograr una producción más sostenible.
La rápida urbanización y la gentrificación han traído consigo enormes desafíos, incluido un creciente número de barrios marginales, servicios básicos e infraestructura inadecuados, una mayor contaminación del aire y la degradación del medio ambiente. A medida que las ciudades de todo el mundo se vuelven más vulnerables a los desastres, la reducción de los riesgos de estos desastres es crucial para que el desarrollo sea sostenible en el futuro.
Nunca ha habido una necesidad más urgente de empoderar a las personas y construir una resiliencia comunitaria.
Nuestras sociedades solo pueden ser resilientes con la involucración de las personas y grupos afectados por el cambio. Este proceso necesita participación, transparencia, inclusión, no discriminación y justicia, de modo que los riesgos y los recursos, –y todos los beneficios del desarrollo– se distribuyan de una manera más equilibrada entre personas, lugares y generaciones. Esta es la esencia del derecho al desarrollo.
Esto también requiere formas adecuadas y accesibles para que los gobiernos y todas las demás partes rindan cuentas de sus decisiones y acciones.
Dentro de los países, el patrimonio cultural y los conocimientos tradicionales deben utilizarse como recursos para reducir los riesgos de desastres, y no se deben escatimar esfuerzos para preservar el conocimiento ancestral, incluido el conocimiento indígena, en la gestión de los recursos naturales. Reiteramos los numerosos llamamientos para el pleno respeto de los derechos de los pueblos indígenas que tienen derecho a definir sus propias prioridades de desarrollo.
También enfatizamos que cada ser humano tiene la responsabilidad del desarrollo, tanto individual como colectivamente. Todos podemos desarrollar hábitos de consumo sostenibles y todos podemos difundir el mensaje sobre por qué son importantes.
El desarrollo igualitario y equitativo requiere que nadie se quede atrás. Es crucial que los jóvenes de todo el mundo sean empoderados para ser la fuerza impulsora del mañana, incluso a través de oportunidades de empleo sostenible.
Es fundamental garantizar que las mujeres sean equitativamente partícipes y beneficiarias en el proceso de desarrollo y que se asegure y refuerce el acceso al trabajo decente y la igualdad de derechos a los recursos económicos, el acceso a la propiedad y el control de la tierra y los recursos naturales.
El desarrollo sostenible global requiere una cooperación internacional efectiva. Este trabajo compartido debe construirse en el interés común de proteger al planeta y su gente y al principio de igualdad, pero también debe reconocer que los Estados tienen diferentes responsabilidades y capacidades.
Sin la transferencia adecuada y el intercambio de tecnología ecológicamente racional y conocimiento científico, será imposible fomentar la producción ecológicamente racional, la gestión y el uso seguro de químicos, la reducción y el reciclaje de los desechos, y el uso más eficiente del agua y la energía. Estos son esenciales para lograr el desarrollo sostenible a nivel mundial.
Los desafíos restantes son enormes, pero no insuperables. Instamos a todos los Estados Miembros de la ONU a que fortalezcan su acción, que actúen rápidamente para movilizar recursos financieros suficientes. Exigimos la implementación rápida de tecnologías ecológicamente racionales en todos los países y el intercambio de estas tecnologías entre los países en términos favorables «.
FIN
*Los expertos de la ONU: Saad Alfaragi, Relator Especial sobre el derecho al desarrollo; Ikponwosa Ero, Experta Independiente sobre el disfrute de los derechos de las personas con albinismo; Victoria Tauli Corpuz, Relatora Especial sobre pueblos indígenas; Alfred de Zayas, Experto Independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo; Fernand de Varennes, Relator Especial sobre cuestiones relativas a las minorías; E.Tendayi Achiume, Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia; Obiora C. Okafor, Experto Independiente sobre los derechos humanos y la solidaridad internacional; el Grupo de Trabajo de Expertos de la ONU sobre los afrodescendientes; y el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica.
Los Expertos Independientes son parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos especiales, el cuerpo más grande de expertos independientes en el sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de determinación de los hechos y monitoreo del Consejo, que abordan situaciones nacionales específicas o cuestiones temáticas en todas partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de manera voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y sirven en su capacidad individual.
Para solicitudes de medios, por favor contactar a: Yaye Ba (+41 22 917 9932 / [email protected])
Para consultas de los medios relacionadas a otros expertos independientes de la ONU, contacte a: Bryan Wilson – Unidad de Medios (+ 41 22 917 9826 / [email protected])
Fuente: ACNUDH
Traducción: ACNUDH América del Sur
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