GINEBRA (30 de septiembre de 2020) – La experta independiente de la ONU sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad, Claudia Mahler, pide dar prioridad a las personas mayores en la fase de recuperación y más allá, con motivo del Día mundial de las personas de edad de la ONU. La experta emite la siguiente declaración:
“Trágicamente, la pandemia de la COVID-19 está haciendo énfasis en las personas mayores. Tiene un impacto desproporcionado sobre las personas mayores y ha magnificado las violaciones existentes de sus derechos. Las desigualdades actuales a las que se enfrentan las personas mayores en términos de acceso a la salud, el empleo y los medios de vida, se agravan.
Este enfoque involuntario en las personas mayores no debe ocultar el hecho de que son crónicamente invisibles. En la mayoría de los países, la información sobre las realidades vividas por las personas de edad está, en el mejor de los casos, fragmentada, en el peor, inexistente, y muchos países carecen de una legislación adecuada a nivel nacional para proteger los derechos de las personas mayores y prevenir la discriminación por edad, la discriminación y la exclusión, marginación, violencia y abuso.
Es imperativo resaltar las formas estructurales y sistemáticas en las que se deja atrás a las personas mayores. Los datos son un requisito para la formulación de políticas públicas informadas y exitosas, así como para la acción normativa para cerrar las brechas existentes. También permiten destacar los aportes de las personas mayores a la sociedad. Es necesario tener en cuenta la diversidad de las personas mayores y cambiar las percepciones de la vida adulta, especialmente para que sea más que una etapa inevitable de déficit y declive.
Las personas mayores desempeñan múltiples roles en la sociedad, incluso como cuidadores, voluntarios y líderes comunitarios. La importante contribución de las personas mayores a la respuesta a la crisis, incluso como trabajadores sanitarios y cuidadores, a menudo pasa por alto y debe reconocerse.
Nuestros esfuerzos para proteger a las personas mayores deben extenderse más allá de estos tiempos de crisis. El devastador impacto social y económico de la COVID-19 en las personas mayores debe abordarse como una cuestión prioritaria. Es fundamental garantizar la seguridad de los ingresos de las personas mayores, en particular de las mujeres mayores. Se necesitan pensiones universales de vejez y niveles adecuados de prestaciones para garantizar una recuperación inclusiva a largo plazo.
Las medidas de asistencia socioeconómicas y las redes de seguridad social para las personas mayores afectadas por dificultades económicas deben adoptarse de inmediato. Es fundamental que las personas mayores se incluyan entre las beneficiarias de las iniciativas de recuperación económica, los programas de rehabilitación de medios de vida y empleo, así como otras actividades generadoras de ingresos. Necesitamos invertir en servicios de atención y apoyo para asegurarnos de que se adapten a las necesidades individuales de las personas mayores, promover su bienestar y mantener su autonomía e independencia.
En ausencia de un marco legal específico acordado internacionalmente, debemos asegurarnos de que las respuestas a esta crisis identifiquen y prioricen específicamente a las personas mayores, que pueden correr un riesgo particular de quedarse atrás o ser excluidas, durante la respuesta a la pandemia y las fases de recuperación “.
Más información sobre la Sra. Claudia Mahler y su mandato como Experta Independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad, aquí.
Fuente: ONU Derechos Humanos
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