Los gobiernos que obran para el desarrollo de la mano con los derechos humanos tienen mejores probabilidades de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
La integración de los principios de los derechos humanos en las estrategias nacionales de desarrollo y el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos, permiten a los gobiernos tener más probabilidades de lograr los ODM (con el fin de reducir la pobreza, el hambre y las enfermedades y promover la equidad de géneros, la educación, la sostenibilidad medioambiental y las asociaciones a escala mundial) y la puesta en obra de la visión de la Carta de la ONU de un mundo más equitativo y justo.
Los derechos humanos y las políticas del desarrollo se refuerzan mutuamente. Utilizan herramientas y estrategias diferentes pero complementarias para lograr el mismo objetivo: mejorar el bienestar de los humanos. Sin embargo, mientras las estrategias de desarrollo dan la prioridad al crecimiento económico, los derechos humanos establecen garantías legales reconocidas a escala mundial para proteger la libertad y la igualdad de todos los individuos. Las normas y obligaciones en materia de derechos humanos ponen el Estado al servicio de las poblaciones con el fin de garantizar que cada persona beneficie del crecimiento y goce una vida de dignidad.
Durante la Cumbre de la ONU a la cual participarán los dirigentes mundiales, en Nueva York en septiembre de 2010, invitarán los Estados a renovar su compromiso a lograr dichos objetivos durante los próximos cinco años. El “programa de acción” que convendrán durante esta reunión será decisivo para determinar si o no los ODM se vuelven una realidad antes de la fecha tope de 2015.
El Secretario General de la ONU subraya en su informe para la reunión de septiembre, “Cumplir la Promesa”, que el avance acelerado hacia la realización de los ODM se puede lograr conformándose a las normas que constan en los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos. Dichas normas y valores “constituyen la base para el compromiso, en particular los principios fundamentales de los derechos humanos: no discriminación, participación significativa y responsabilidad.”
Estos principios deben guiar los esfuerzos de desarrollo a nivel nacional e internacional. Sin embargo, habida cuenta de que no se puede lograr los ODM aislando unos de otros; estos principios de los derechos humanos son complementarios y se debe aplicarlos juntos. No bastará con aplicar solo un principio.
Existen más probabilidades de lograr el desarrollo si cada persona afectada participa en el proceso. La implicación de individuos y de comunidades los permite dar su opinión y ayuda al gobierno entender mejor sus necesidades reales. Consecuentemente, las políticas estarán más sensibles a las poblaciones y los gobiernos estarán así más responsables. Para garantizar que cada persona se beneficie del desarrollo, los gobiernos deben luchar contra la discriminación que margina algunos grupos y garantizar su participación activa y significativa.
Ausencia de discriminación
De manera general, el desarrollo no tiene éxito cuando sus beneficios no llegan hasta los grupos de personas que están sistemáticamente mantenidas fuera del poder, discriminadas, excluidas y/o sufren varias privaciones de derechos humanos. Aún en los países donde el crecimiento económico ha sacado a algunas personas de la pobreza, permanecen iniquidades, con millones de personas dejadas atrás en el proceso de realización de los ODM.
- Los gobiernos deben tomar medidas anticipadoras para luchar contra la discriminación y eliminar los obstáculos que impiden a las personas más pobres y marginadas acceder a los servicios, informaciones y remedios básicos.
- Separar el promedio de los objetivos e indicadores globales de los ODM puede facilitar un mejor entendimiento de la situación de tales grupos y permitir a los gobiernos elaborar políticas y objetivos presupuestarios adecuados en consecuencia. En ausencia de informaciones adecuadas, tales grupos permanecen invisibles sin una atención y los recursos prioritarios, lo que agrava la iniquidad.
Participación
El principio de participación de los derechos humanos puede garantizar que las personas para las cuales los ODM están concebidos se vuelven los agentes del cambio para apoderarse de su propio desarrollo en vez de quedarse como meros destinatarios. Aunque tener un «espacio» formal para la participación sea una condición previa fundamental, no es suficiente.
- Los gobiernos deben eliminar las leyes y los reglamentos y modificar las actitudes discriminatorias que impiden la participación de las poblaciones. Las informaciones pertinentes deben ser disponibles y fáciles de acceder.
- Con el fin de facilitar la participación, las políticas publicas deben promover la educación, el acceso a la justicia así como la libertad de asociación y de expresión.
Responsabilidad
El mecanismo de responsabilidad actual en materia de ODM deberá consolidarse para que se pueda lograr los ODM antes de 2015. Los derechos humanos ofrecen un marco para una responsabilidad consolidada mediante la clarificación de las obligaciones y responsabilidades de los países en desarrollo, los Estados donantes y los actores no estatales. Esto garantizaría también más transparencia y compromiso en los esfuerzos nacionales e internacionales. Las estrategias de desarrollo deben vincular los derechos humanos a los mecanismos de responsabilidad de los ODM:
- A nivel nacional por ejemplo, las instituciones de los derechos humanos y los actores no gubernamentales podrían participar en el seguimiento y la evaluación de las estrategias para lograr los objetivos de los ODM.
- A nivel internacional, el Exámen Periódico Universal, los Procedimientos Especiales y el Consejo de Derechos Humanos, así como los órganos de seguimiento de los tratados, pueden examinar los esfuerzos nacionales para lograr los ODM. Esta aproximación puede permitir a los gobiernos traducir sus compromisos y obligaciones en acción concreta mediante una orientación más operacional y una mejor documentación de las “mejores prácticas” en materia de integración de los derechos humanos en el afán del desarrollo.
El logro de los ODM necesitará también el reforzamiento de la cooperación internacional, lo que es una obligación en materia de derechos humanos para todos los Estados, como lo estipula claramente la Carta de la ONU, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales sobre los derechos humanos.
“Una negación de dichos derechos genera o perpetua estas condiciones de exclusión y la necesidad de incluir la pobreza. En cambio, la pobreza debilita los derechos humanos fundamentales, tales como el acceso a la comida, a un alojamiento, y a la educación. Agrava la discriminación y la marginación y lo hace difícil para las víctimas obtener justicia y reparaciones cuando sus derechos han sido violados.
¨En resumen, la pobreza, la discriminación y la marginación son ambas las causas y los efectos de las violaciones de los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y civiles¨, declaró la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ante el Consejo de Derechos Humanos en junio. ¨Mientras preparamos la Cumbre de los ODM y examinamos el avance hacia la realización de los ODM, pido con insistencia a todos los Estados que mantengan la plena realización de los derechos humanos, incluso el derecho al desarrollo, muy presentes en su acción y su avance.¨
Para más informaciones sírvase visitar: http://www2.ohchr.org/spanish/issues/milleniumdevelopment/
index.htm