GINEBRA (25 de junio de 2025) – Los recortes sin precedentes de la ayuda mundial y la intensificación de los ataques al multilateralismo están socavando décadas de progreso en la lucha contra la pobreza, según ha advertido hoy el experto de la ONU en esta materia.
«A medida que los países dan la espalda a la cooperación internacional, presenciamos un aterrador efecto dominó de recortes de la ayuda mundial, con un país tras otro anunciando importantes reducciones de sus presupuestos de ayuda», declaró Olivier De Schutter, Relator Especial sobre extrema pobreza y derechos humanos.
En su nuevo informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, De Schutter insta a los gobiernos que asistirán la semana próxima a la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4) en Sevilla, España (30 de junio – 3 de julio), a dar prioridad a la financiación de la protección social mediante impuestos a la riqueza, «impuestos de solidaridad» y otras herramientas de financiación innovadoras para evitar nuevos retrocesos.
«El orden mundial surgido de los horrores de la Segunda Guerra Mundial ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas. En tan sólo unos meses, ese progreso ha empezado a desmoronarse estrepitosamente», declaró el Relator Especial.
«Es un triste reflejo de nuestros tiempos que el dinero antes destinado a programas de desarrollo que salvan vidas se redirija ahora a gastos de defensa y militares».
La ayuda oficial al desarrollo cayó en 2024 por primera vez en seis años, y las predicciones estiman un descenso de casi el 20% para 2025. En su informe, el experto detalla cómo estos recortes están obstaculizando la ayuda humanitaria y agravando la pobreza, dejando a las poblaciones vulnerables cada vez más expuestas a la intensificación de la crisis climática.
«Es una tormenta perfecta: recortes en la ayuda mundial mientras la crisis climática se recrudece y acaba con todos los medios de subsistencia y bienes de personas en cuestión de minutos», afirmó De Schutter.
El Relator Especial hizo un llamamiento a los gobiernos reunidos en la FFD4 para que adopten mecanismos de financiación alternativos, incluida la reforma fiscal internacional e «impuestos de solidaridad» en sectores como el transporte y las finanzas, gestionados a través de un Fondo Mundial para la Protección Social, con el fin de garantizar una financiación a largo plazo y predecible de la protección social en el Sur Global.
«Es en los países menos responsables del cambio climático donde las personas tienen peor acceso a los sistemas de protección social que podrían protegerles de sus impactos», afirmó el experto. «Más del 90% de los habitantes de los países más pobres del mundo carecen de cualquier tipo de protección social, lo que les deja totalmente desprotegidos».
El experto se refirió a los cálculos que presentó antes del FFD4 y que demostraban cómo la comunidad internacional podría recaudar 759.600 millones de dólares al año, más del doble de la cantidad necesaria para proporcionar a los 26 países de menores ingresos del mundo la asistencia sanitaria esencial y la seguridad básica de ingresos que protegerían a las personas en situación de pobreza de los impactos del cambio climático.
«La protección social está cada vez más reconocida como nuestra mejor herramienta en la lucha contra la pobreza, y está demostrando ser igual de poderosa a la hora de proteger a las personas en situación de pobreza de las catástrofes climáticas que se están convirtiendo en parte de su vida cotidiana», afirmó.
«Al defender la financiación de la protección social, los líderes mundiales reunidos en la FFD4 estarían adoptando una postura contundente contra los deplorables intentos actuales de trastocar el orden internacional, ignorar la crisis climática y abandonar a los más pobres del mundo», declaró De Schutter.
FIN
Olivier De Schutter (Bélgica) es el Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.
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