«Algunas personas afirman que las niñas no deberían jugar al fútbol», declaró Binta Dia. «Pero yo no les hago caso. Yo elegí jugar al fútbol por mí misma, no por lo que estas personas piensan. No necesito su consejo».
Binta tiene 16 años y es la menor de siete hermanos que viven en Nuakchot, situada en la zona suroccidental del país y una de las ciudades más grandes en el Sáhara de Mauritania.
Ella descubrió por primera vez su pasión por el fútbol en 2016 tras romper el ayuno durante el Ramadán, con solo ocho años de edad, cuando vio a otros niños jugando al fútbol en su barrio. La energía y habilidades que mostraban estos niños le sirvió de inspiración, se dio cuenta entonces de que ella también quería jugar. Pero ser niña y jugar al fútbol no es fácil en Mauritania.
«Para algunas personas, el que una niña juegue al fútbol es un tabú», afirmó Samba Foro Dia, el padre de Binta. «Esta gente cree que una niña no debería mostrarse en público o practicar deportes. Pero para ser claros, el deporte no tiene nada que ver con la religión».
A pesar de la resistencia que muestra la sociedad, Dia siempre ha apoyado y animado a su hija a seguir adelante.
«Cuando vi a Binta jugando al fútbol y comprendí que era eso lo que quería, sentí orgullo. La tuve que ayudar a perseverar», aseguró.

Capacitando a mujeres y niñas
Para poder cambiar la mentalidad de las personas y promover el fútbol femenino en el país, la Federación Mauritana de Fútbol lleva a cabo con regularidad campañas y eventos de información.
«Muchas personas siguen pensando que el fútbol es solo cosa de niños», aseveró Oumou Kane, la Directora de fútbol femenino en la Federación Mauritana de Fútbol en Nuakchot. «Pero es importante que las niñas jueguen al fútbol, es su pasión y merecen tener las mismas oportunidades».

Kane ofrece esta oportunidad a las niñas organizando torneos regulares de fútbol a lo largo de todo el año. Recientemente, en un campo de fútbol de un distrito de Nuakchot, varios equipos de niñas compitieron entre ellas a la vez que eran aplaudidas por docenas de seguidores entusiastas. Binta y su equipo jugaron con empeño, demostrando su interés por este deporte.
“Todo está conectado… Defender los derechos de las mujeres equivale a defender el derecho que tiene una niña a jugar al fútbol“
Oumou Kane, Directora, Federación Mauritana de Fútbol
Para Salamata Ouedraogo, una Funcionaria de Programas en Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Mauritania, los esfuerzos que pone en marcha la federación son cruciales.
«El hecho de que las niñas jueguen al fútbol sirve para desafiar estereotipos de género que muy a menudo limitan su participación y su desarrollo personal,» explicó Ouedraogo.
Este trabajo recibe el apoyo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, quién invierte en proyectos que promueven la inclusión y la igualdad.
«Desde que Binta comenzó a jugar al fútbol, he visto lo mucho que ha crecido», señaló Dia. «Ella ha mejorado muchísimo. Antes solía ser algo tímida, pero ya ha dejado de serlo».
Binta ha seguido progresando.
«Jugar al fútbol me ha permitido conocer a un montón de gente», aseguró ella. «Si alguna vez se me ofrece la oportunidad de jugar en la selección nacional de Mauritania, la aceptaré sin pensarlo».
FIN