Aunque los afrodescendientes representan cerca de 30% de la población de América Latina y el Caribe (unos 150 millones según un informe de 2010 del PNUD), enfrentan un nivel desproporcional de pobreza y exclusión, agravado por la discriminación racial manifiesta.
Citando la necesidad de fortalecer las acciones nacionales y la cooperación internacional para asegurar que las personas de descendencia africana disfruten plenamente de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 2011 como Año de los Pueblos de Descendencia Africana. En la actualidad, estos esfuerzos para aumentar la cooperación y aumentar la conciencia están siendo liderados por diversas instituciones, así como defensores individuales de derechos humanos en toda la región.
¨Nuestra trinchera es el combate al racismo y la discriminación racial¨, señala la trabajadora social Verónica Villagra, representante del colectivo Mundo Afro, que defiende los derechos de los afro uruguayos.
¨En Uruguay contamos con avances que son innegables, pero para mantenerlos y mejorarlos la tarea es de todos los días, a veces con éxito y otras muchas sin él. Integramos el 9.2% de una población de 3.000.000 de habitantes. El 70% de los afro uruguayos somos pobres y fuimos históricamente invisibilizados. Tenemos muchos pendientes porque el racismo muta, y adquiere nuevas formas¨, lamenta Villagra. ¨La brecha de 500 años nos distancia del resto de la sociedad en factores educacionales, de oportunidad de acceso al empleo calificado y a la educación secundaria y terciaria. El ejercicio del racismo está tan incorporado en el inconsciente de todas y todos los individuos, que resulta complejo hacerlo consciente y deconstruirlo¨.
Un centro histórico de la trata de esclavos transatlántica, hoy Brasil es el país con mayor número de descendientes africanos en la región, así como una de las proporciones de población más altas per cápita. Es también uno de los países con las mayores brechas raciales en pobreza, educación y tasas de alfabetización.
¨En la experiencia de la población negro de Brasil, el principal agente violación de sus derechos es el Estado¨, explica Lucia Xavier, trabajadora social y coordinadora de la ONG Criola, con sede en Rio de Janeiro, que defiende los derechos de la mujer negra.
¨El racismo está impregnado en todas nuestras instituciones públicas. … Así que una parte importante de nuestro trabajo consiste en el acompañamiento legislativo, tanto a nivel local y nacional¨.
Ella dice que va de mano con la educación, capacitación y promoción para crear conciencia sobre los derechos socioeconómicos, en particular. ¨ Nuestra marca tiene que ser la conjugación de esos derechos en las políticas públicas, así como la búsqueda de recursos judiciales, ¨ dice Xavier.
En otros países, como Chile, donde el porcentaje de afrodescendientes es proporcionalmente bajo, la visibilidad es el mayor desafío, explica John Salgado, representante de la ONG Oro Negro y de la Alianza de Organizaciones Afro-descendientes chilenas.
“En donde no hay mata, no hay papas”, dice Salgado. ¨Me refiero a la invisibilización de la etnia, a la negación del otro. Es imposible ver problemas, donde no se ve gente que los sufre¨.
Salgado explica que no hay cifras oficiales sobre el número de afro-descendientes en Chile, pero hay estimaciones de unas 500 familias en la norteña ciudad de Arica. Su Alianza ha estado trabajando para hacer frente a esta falta de datos, presionando para asegurarse de que la pregunta piloto que incluye la variable afrodescendiente se incorporará en la versión final del Censo 2012, por primera vez.
Al respecto, el 11 de enero la Cámara de Diputados aprobó un proyecto respaldando esta iniciativa y menciona explícitamente las exigencias de este grupo de ¨ser reconocido y no discriminado¨.
Salgado dice que también están presionando para el reconocimiento legal étnico como los pueblos ancestrales en Chile. Para celebrar el Año de los afrodescendientes, también han previsto una serie de campañas de sensibilización sobre las contribuciones culturales de los afrodescendientes de Chile, incluyendo una exhibición de arte.
La visibilidad y el conocimiento de las contribuciones de los afrodescendientes constituyen un desafío en toda América del Sur, incluso en países donde su presencia es más fuerte, como el Perú, donde son casi 2.5 millones y constituyen cerca del 10% de la población.
¨Te ven pero no te miran¨, dice Oswaldo Bilbao, director ejecutivo del Centro de Desarrollo Étnico (CEDET), que ha luchado contra la discriminación racial por más de 20 años.
¨No hay preguntas en el censo sobre la comunidad afroperuana. … No hay ninguna política pública orientada a enfrentar el racismo y la discriminación¨.
Cita un estudio publicado por CEDET, en la que entrevistaron a unos 1.500 peruanos y el 88.5% reconoció que existe una ¨discriminación muy fuerte y estructural hacia la población afroperuana¨.
Por lo tanto, Bilbao dice que su organización se centra en la sensibilización a través de la comunicación, la investigación, la educación y la formación. Tratan de instalar el tema afroperuano en la malla curricular educativa. Apoyan el desarrollo económico a través de programas artesanales en comunidades rurales. También han creado una red de defensa ciudadana, mediante el cual las víctimas pueden denunciar violaciones de sus derechos humanos. Además, CEDET ha tenido cierto éxito en el plano institucional, dice Bilbao, citando a la inclusión de un capítulo dedicado a las comunidades indígenas y afroperuanas en el Plan Nacional de Derechos Humanos del Perú.
Amerigo Incalcaterra, Representante Regional para América del Sur del ACNUDH, señala que la Oficina Regional apoya activamente los esfuerzos de tales defensores y que la discriminación es una de sus principales prioridades temáticas.
La Oficina Regional apoyó a CEDET en la organización de un Taller Nacional de Derechos Humanos para los Afroperuanos, en Lima en febrero de 2010. También ofreció una capacitación sobre los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas durante un Taller Regional sobre los Derechos Humanos de las Personas de Descendencia Africana, donde destacaron la labor del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), el Grupo de Trabajo sobre las personas de descendencia africana, y el Relator Especial sobre formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.
El Día de los Derechos Humanos 2010 fue dedicado a los defensores de derechos humanos que actúan contra la discriminación, un tema de la Alta Comisión seguirá poniendo de relieve a lo largo de 2011. El mismo día, las Naciones Unidas lanzó el Año Internacional de las Personas de Descendencia Africana – 2011.