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La ciencia y la tecnología representan una vía potente para el desarrollo económico, de los países e individuos. Pero existe una brecha en el uso productivo de las nuevas tecnologías por parte de las mujeres. Para superar esto, varios programas de capacitación con un enfoque de género han surgido en América del Sur, buscando acercar estas herramientas a las mujeres, en pos de su independencia económica.

La brecha de género en cuanto al uso productivo y laboral de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) es considerable en América del Sur, así como la baja presencia de mujeres en la educación terciara en este campo.

Dafne Plou, coordinadora del programa Redes de Apoyo a Mujeres de La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), señala que “si las mujeres no se insertan en la nueva economía donde las TICs desempeñan un rol significativo, quedarán fuera del mercado laboral y de ciertos campos de poder, sobre todo en el sector empresarial”. Pero para lograr la paridad, Plou resalta que es necesario “derribar la brecha salarial de género que existe sobre todo en el ámbito privado” y que “desmotiva la participación incluso de las mujeres que tienen una buena formación en TICs”.

Durante los últimos años, los países de América del Sur se han propuesto el desafío de integrar las nuevas TICs en la administración pública, la educación e investigación científica, por lo que la brecha digital ha ido menguando, sobre todo en las generaciones más jóvenes.

“Promover acciones que faciliten el acceso de las mujeres de todas las edades a las comunicaciones y a las nuevas tecnologías de la información” fue uno de los acuerdos establecidos durante la XI Conferencia Regional de las Naciones Unidas sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, realizada en Brasilia en julio de 2010.

Dentro de la región, Uruguay se ha destacado por su plan de universalización del acceso a computadores en el sistema educativo primario público (plan CEIBAL) que ha sido reconocido por ONU. María Goñi, de Cotidiano Mujer, ONG que ha desarrollado cursos de TICs para mujeres en Uruguay, explica que pese a estos antecedentes, dentro de las profesiones mejor pagadas del sector (tales como programadores informáticos e ingenieros electrónicos y de comunicación), “las mujeres rara vez llegan a representar el 20%”.

En ese sentido, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC), en su tercer artículo, consagra la igualdad entre hombres y mujeres en el disfrute de estos derechos. Al respecto, la observación general N° 16 del Comité establece la no discriminación y medidas provisionales a fin del cumplimiento del artículo, así como obligaciones jurídicas concretas de respeto y protección a la mujer.

Amerigo Incalcaterra, Representante Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), reconoce que si bien se ha avanzado hacia la igualdad de género que expresa el PIDESC, “aún quedan espacios donde la discriminación ni siquiera se cuestiona. Por ejemplo, muchas mujeres se auto limitan porque se consideran incapaces de manejar un computador, y además todavía subsisten los prejuicios por parte de los hombres. Es en estos casos donde se hace necesario que las mujeres reciban formación en nuevas tecnologías”, puntualiza.

“La que no sabe, es como la que no ve”, expresa Alba Carosio, directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela. “Las TICs son importantes para el empoderamiento de la mujer y el desarrollo y cumplimiento de sus derechos económicos y sociales puesto que permiten que no queden exentas del conocimiento ni de las luchas reivindicatorias y sociales que actualmente se reproducen mediante el uso de las nuevas tecnologías”, explica. “La mujer venezolana rápidamente se está apropiando de estos estadios antes vetados para ella, como en las iniciativas gubernamentales de capacitación en TICs, donde la concurrencia de la población femenina se encuentra entre el 60% y 70%”.

En la misma sintonía, Carlos Affonso, coordinador Adjunto del Centro de Tecnología y Sociedad de la Fundación Getulio Vargas en Brasil, señala que la capacitación en TICs orientada a la mujer resulta determinante para garantizar el cumplimiento de sus derechos y hacerla partícipe “del disfrute de un conjunto de bienes culturales a los que es posible acceder mediante las TICs, además de un desarrollo profesional y económico”.

Estadísticas recopiladas por el Observatorio para la Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe (OSILAC), un proyecto de la CEPAL, Naciones Unidas, apuntan a que la brecha digital de género (de uso, acceso y labor productiva) sería principalmente una consecuencia de desigualdades socioeconómicas preexistentes. Esta no podría ser reducida mientras otras brechas de género, como la salarial, no sean resueltas.

Los expertos consultados coinciden en que la tarea pendiente para los países de América del Sur es desarrollar políticas específicas de capacitación en TICs en el marco de la igualdad, así como acciones estratégicas que involucren a la sociedad civil.

“Es importante entender que un Estado como actor único es insuficiente y que las iniciativas comienzan dar frutos solo bajo la modalidad de redes plurales que incluyan una diversidad de actores”, señala María Goñi.

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Día Internacional de la Mujer 2011

–> Para saber más:

– Lea el saludo de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay con motivo del Día Internacional de la Mujer

– Nota Informativa: El Día Internacional de la Mujer en cifras

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