BUENOS AIRES (4 de septiembre de 2024) – Un equipo de ONU Derechos Humanos en América del Sur visitó Argentina entre el 26 y el 30 de agosto para reunirse con distintas contrapartes de la sociedad civil y del Estado, con el fin de trabajar en el fortalecimiento de los derechos humanos en el país.
En relación con los derechos de los Pueblos Indígenas, el equipo de la Oficina -integrado por los oficiales de Derechos Humanos Paula Berrutti y Felipe González- se reunió con la Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina, quienes compartieron su análisis sobre su situación particular, incluyendo aspectos sobre territorio y medio ambiente que afectarían principalmente al pueblo Mapuche, en el sur del país.
Posteriormente, en reunión con el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), la organización informó sobre la próxima presentación de un informe de la Comisión de Recepción y Análisis de Denuncias sobre Violencia Institucional en Jujuy. Además, actualizó al equipo sobre la situación en la provincia norteña en materia de desalojos de comunidades, falta de consulta previa e informada de proyectos de minería y otros, y sobre la necesidad de implementar políticas de reparación a las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Otra reunión relevante fue la sostenida con Abuelas de Plaza de Mayo, organización que compartió su evaluación sobre las actuales circunstancias de la búsqueda de menores desaparecidos durante la última dictadura militar.
Derecho a protesta y el uso de la fuerza
Durante su estadía en Buenos Aires, el equipo de la Oficina sostuvo encuentros con otras organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos a nivel país para abordar la situación del derecho a la protesta y el uso de la fuerza por parte de agentes del Estado en dicho contexto.
En esa línea, ONU Derechos Humanos participó el 28 de agosto en la presentación de la publicación “De pies a cabeza: El uso criminal de las armas menos letales en protestas sociales en América Latina”, elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de Argentina, y la organización Temblores, de Colombia. Adicionalmente, el equipo participó en un seminario organizado por el CELS sobre protesta social y uso de la fuerza, el que contó con representantes de diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos de países de la región.
Finalmente, los oficiales de ONU Derechos Humanos sostuvieron una reunión técnica con el Comité Nacional de Prevención de la Tortura, oportunidad en la que se evaluaron posibles áreas de cooperación sobre privación de libertad.
En el marco de su mandato, la Oficina Regional continuará su interlocución habitual con organizaciones defensoras de derechos humanos y de la sociedad civil, para dar seguimiento a la situación de derechos humanos en el país.
FIN
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