En nuestro mundo en rápida evolución, los avances tecnológicos y científicos nos ofrecen una mirada cautivadora a un futuro más brillante, un futuro donde reina la paz, la prosperidad, y el progreso tanto para la humanidad como para el planeta que habitamos.
No obstante, esta promesa se ve atenuada por la realidad sombría que se refleja en la escalada de tensiones geopolíticas, conflictos horrendos, el aumento de la brecha de la desigualdad y el estancamiento a la hora de hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como por los riesgos potenciales que conllevan estos mismos avances tecnológicos, a lo que se suma una crisis climática cada vez más urgente.
«Estos obstáculos desalentadores nos suelen parecer insuperables, conduciendo a erosionar la confianza pública y a generalizar un peligroso sentimiento de desesperanza en un excesivo número de personas,» afirmó el Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk. «Ningún país puede resolver por sí solo las cuestiones globales que están en juego. La cooperación internacional, anclada en los derechos humanos, es la mejor manera que tenemos para solucionar los enormes desafíos que nos acechan y para propiciar cambios positivos ahora y en el futuro».
Encontrar espacios comunes para nuestro futuro en común supuso el propósito de la Cumbre del Futuro, la cual se desarrolló en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York los días 22 y 23 de septiembre. En la inauguración de la Cumbre, tras unas largas e intensas negociaciones mantenidas entre todos los países, los líderes mundiales aprobaron un Pacto para el Futuro, cuyo objetivo es reforzar el sistema multilateral para poder abordar los desafíos globales de manera más eficaz. Dado el papel central que ocupan a la hora de atender estos desafíos, los derechos humanos tienen una función transversal en los cinco capítulos que contiene el Pacto: desarrollo sostenible y financiación para el desarrollo; paz y seguridad internacionales; ciencia, tecnología e innovación, además de cooperación digital; generaciones jóvenes y del futuro; así como la transformación de la gobernanza global.
Como anexos al Pacto para el Futuro, se aprobaron otros dos documentos en la Cumbre: un Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras.
La Cumbre de Futuro vino precedida por dos Jornadas de Acción (20-21 de septiembre) que incluyeron docenas de mesas redondas y eventos paralelos caracterizados por su diversidad e inclusividad, los cuales contaron con la participación de Gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, el mundo académico, autoridades locales y regionales, jóvenes y otros. Uno de estos eventos fue copatrocinado por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas donde se analizó el papel central de los derechos humanos a la hora de ejecutar el Pacto.
«A la vez que todos los países del planeta se congregan en las Naciones Unidas para debatir nuestro futuro en común, permítanme que les recuerde que los derechos humanos pueden transformar sociedades y nuestra comunidad global», declaró Türk. «Ofrecen soluciones concretas a problemas concretos, ahora y en el futuro».
En un futuro donde exista la cooperación internacional, es indispensable un sistema sólido de derechos humanos, para poder responder de manera firme a los problemas y ofrecer soluciones mejores para las personas y el planeta.
“La paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos son los pilares de las Naciones Unidas, y las bases para un bienestar colectivo futuro. Ninguno de estos pilares se puede sostener sin la existencia de los otros, son igual de importantes, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente”, añadió Türk.
La declaración de visión de Türk, “Derechos Humanos: Una hoja de ruta para encontrar soluciones«, ofrece un marco relevante para atender a los retos actuales y los del futuro, además de alinearse con el Pacto. El documento presenta ocho mensajes clave para garantizar que los derechos humanos siguen ocupado un papel principal en las iniciativas en búsqueda de la paz, en las economías centradas en las personas, en la gobernanza efectiva, además de en los avances digitales y científicos responsables.
Hacia el futuro dirigidos por los y las jóvenes
Durante las Jornadas de Acción, la Oficina copatrocinó también un período de sesiones clave centrado en los jóvenes como titulares clave de derechos y como participantes activos para lograr un cambio sostenible.
“Los jóvenes son agentes clave del cambio positivo y es necesario proporcionarles oportunidades significativas para que puedan diseñar el futuro”, aseguró Türk. “Los gobiernos deben afianzar la participación de los jóvenes en las tomas de decisiones, apoyar a las organizaciones lideradas por los jóvenes y propiciar un diálogo intergeneracional”.
Durante la Cumbre y sus Días de Acción, el Alto Comisionado participó en distintos eventos, acercando el enfoque de los derechos humanos en su faceta como generador de soluciones a una amplia gama de cuestiones que van desde el desmantelamiento de las estructuras de poder patriarcal hasta la regulación de las tecnologías digitales para combatir el odio y la discriminación contra las personas LGBTQI+.
Türk también desafió a todos los legisladores a garantizar que todas las decisiones que tomen tengan en cuenta su impacto para los derechos humanos, nuestro planeta, y las generaciones que están por venir.
FIN
Fuente: OHCHR
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