SANTIAGO (12 de julio de 2024) – El Representante de ONU Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab, se reunió con líderes de la comunidad indígena Colla de Pai Ote, de la región de Atacama, en el norte de Chile, quienes compartieron sus preocupaciones por la forma en la que se busca desarrollar la extracción de litio en un salar de la zona.
En el encuentro, realizado en las oficinas de ONU Derechos Humanos en Santiago, Ercilia Araya del pueblo colla explicó que la comunidad de Pai Ote habita en una quebrada en las cercanías del salar de Maricunga, el segundo en el mundo en concentración de litio.
La lideresa relató que las actividades principales de la comunidad incluyen, entre otras, la cría de ovinos, caprinos y llamas, y que cada verano llevan a sus animales a pastar a los humedales que se encuentran en las partes altas y que están interconectados con el salar de Maricunga.
En dicho territorio ya operan empresas mineras (oro, plata, cobre) además de proyectos de energías renovables no convencionales (solar). Hoy, adicionalmente, enfrentan un auge de proyectos relacionados a la extracción de litio, un mineral clave en la transición hacia economías bajas en carbón y en la lucha contra el cambio climático.
Los representantes de la comunidad relataron que la minería de litio tiene una serie de impactos para la vida en la zona, entre ellos un alto consumo de agua y de energía, debido al método de extracción con una tecnología que deja evaporar la salmuera para concentrar la materia prima, todo en un lugar de grave escasez hídrica.
Además, subrayaron los impactos culturales de los proyectos de litio, como interrupciones al libre tránsito y al pastoreo, así como al medio ambiente, específicamente a la flora y fauna. Sumado a lo anterior, acusaron que su derecho de participación no fue respetado al haber sido excluidos del contrato especial de operación del litio (CEOL) y que su actividad de defensa del territorio ha resultado en episodios de hostigamiento.
En respuesta a los antecedentes recibidos, Jan Jarab expresó su máxima preocupación por la criminalización y el hostigamiento que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente. Asimismo, recordó que los proyectos denominados “de transición justa” deben realizarse con pleno respeto a los derechos humanos, para evitar las violaciones ocurridas a raíz de proyectos relacionados a combustibles fósiles.
En esa línea, el Representante Regional recordó que la transición justa debe estar intrínsecamente fundamentada en estándares y obligaciones de derechos humanos, incluyendo los derechos a la igualdad y no discriminación, a un ambiente limpio, saludable y sostenible, acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia y reparación y al trabajo decente, entre otros.
Jan Jarab confirmó que la Oficina mantendrá el seguimiento y monitoreo de la situación del litio en la región, lo que incluye a Bolivia y Argentina, y valoró especialmente el trabajo de la comunidad Colla de Pai Ote en la defensa del derecho a la identidad cultural, sus ecosistemas, al ambiente limpio, sano y sostenible.
Finalmente, explicó en detalle el rol de los diferentes mecanismos internacionales de derechos humanos, que también continúan dando seguimiento a las posibles violaciones de derechos humanos que se denuncian en este contexto.
FIN
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