23 de marzo de 2021- Los esfuerzos en la lucha contra «el tsunami de odio y xenofobia en las redes sociales» parecen estar fracasando en gran medida debido a que el odio está aumentando, no disminuyendo, según el Relator Especial sobre cuestiones de las minorías, el Dr. Fernand de Varennes.
De Varennes presentó su informe sobre los resultados del 13º Foro sobre Cuestiones de las Minorías en el último período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza.
En numerosos países, tres cuartas partes o más de las víctimas de discurso de odio en línea son miembros de grupos minoritarios. Las mujeres que pertenecen a estos grupos suelen ser víctimas de forma desproporcionada.
«Muy a menudo, al discurso de odio le siguen los delitos de odio y la violencia,» explica de Varennes. «Este discurso puede allanar fácilmente el camino para la deshumanización y el uso como chivos expiatorios de las minorías, además de para normalizar el odio. Tenemos que aprender de la historia y enfocar todos nuestros esfuerzos a eliminar el discurso de odio del espacio en línea.»
El Foro sobre Cuestiones de las Minorías, un evento anual que el año pasado se desarrolló virtualmente debido a las restricciones por la pandemia, reunió a defensores de derechos humanos procedentes de comunidades minoritarias, empresas de Internet y plataformas de redes sociales, organizaciones no gubernamentales, Estados, académicos y expertos de las Naciones Unidas en un diálogo abierto e interactivo.
El tema del año pasado se centró en la inquietante aparición en aumento del discurso de odio en línea contra las minorías, por lo que el informe resumido introduce una serie de recomendaciones.
Un llamamiento para un marco internacional que se guíe por los derechos humanos
El discurso de odio en línea ya está siendo analizado por otras vías, no obstante el informe destaca las frecuentes carencias de este proceso. El informe explica la inacción recurrente, pero también las medidas que dan como resultado violaciones de la libertad de expresión. El informe demanda por lo tanto un «marco regulatorio internacional» que se centre en, y se guíe por, la protección y promoción de los derechos humanos.
«El tsunami actual de odio y xenofobia requiere de claridad y coherencia en las orientaciones, y que la comprensión de la legislación internacional en derechos humanos forme el núcleo de estas orientaciones, en lugar de ser una reflexión tardía,» afirmó de Varennes, a la hora de presentar su informe.
Además, se debe adoptar una definición legal e internacionalmente aceptable del discurso de odio en conformidad con la legislación internacional en derechos humanos, en especial con la libertad de expresión, aconseja el informe.
El dar prioridad a las minorías es clave
Al ser las minorías las que forman la gran mayoría de las víctimas del discurso de odio en línea, es crucial que las plataformas de redes sociales les den prioridad en sus consultas a la hora de abordar el discurso de odio. El informe también asevera que los Estados tienen una responsabilidad de proteger las necesidades de todas las minorías, no solo de algunas.
Cuando presentó el informe, de Varennes recomendó que las plataformas de redes sociales deben «mejorar su funcionamiento» y armonizar de forma activa sus normas comunitarias en base a las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, con especial interés en proteger a las minorías. El experto advirtió que a la vez que ya existían algunos movimientos en esta dirección, algunas plataformas «parecen ignorar o no comprender en ningún momento lo que exigen las normas internacionales de derechos humanos.»
Hacia un espacio en línea más seguro para las minorías
Los Estados y las empresas tecnológicas y de redes sociales deben adoptar una política de tolerancia cero hacia el discurso de odio, los delitos de odio y el racismo contra las minorías, según recomienda el informe. Otro requisito fundamental es la vigilancia rigurosa del discurso de odio y el racismo.
El informe aconseja que para garantizar realmente la libertad de expresión, y para empoderar a los miembros de minorías nacionales, étnicas, religiosas y linguísticas, los Estados deben asegurarse que las plataformas de Internet y de redes sociales representan un entorno seguro.
«Sociedades enteras están siendo envenenadas en la actualidad con información errónea y con odio,» afirmó de Varennes. «Debemos poner fin a esto. Todo el mundo debe tener un acceso seguro a las redes sociales, con capacidad para poder expresarse, sin correr el riesgo de ser víctimas de discriminación, racismo, violencia u hostilidades.»
Fuente: ONU Derechos Humanos
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