14 de febrero de 2018 – La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de derechos humanos en la República Islámica del Irán, Asma Jahangir, falleció esta semana en su país natal, Pakistán, a los 66 años de edad.
“Asma fue una figura gigante en el movimiento mundial de derechos humanos”, expresó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein. En una declaración dirigida al personal de la Oficina del ACNUDH, Zeid describió a la Sra. Jahangir como “una defensora legendaria de los derechos humanos: pionera, resuelta, tranquila y valiente”.
La Sra. Jahangir fue pionera en muchos ámbitos y obtuvo numerosos reconocimientos. Fue la primera Presidenta del Colegio de Abogados de la Corte Suprema de Pakistán. Fue fundadora del movimiento autóctono de derechos humanos en ese país y cofundadora y Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán. En reconocimiento a su labor en el ámbito de los derechos humanos, obtuvo varios galardones internacionales, tales como los Premios Martin Ennals de 1995 y UNESCO/Bilbao para la promoción de una cultura de los derechos humanos, y también fue distinguida por la República Francesa con el título de Oficial de la Legión de Honor.
Asma Jahangir contribuyó también de manera destacada al trabajo de la Oficina del ACNUDH, entre otras, desempeñando en varias ocasiones el cargo de experta independiente. El Alto Comisionado puso de relieve algunos de sus logros, tales como sus servicios en calidad de experta en la investigación sobre Sri Lanka, como miembro de la Misión internacional de determinación de los hechos sobre los asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado y como fideicomisaria del Fondo fiduciario de contribuciones voluntarias de las Naciones Unidas para luchar contra las formas contemporáneas de la esclavitud.
Además, la Sra. Jahangir fue durante largo tiempo miembro prominente del sistema de Procedimientos Especiales de derechos humanos y desempeñó los cargos de Relatora Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y Relatora Especial sobre la libertad de religión o de creencia. Su último puesto fue el de Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica del Irán, que desempeñaba en el momento de su muerte.
Zeid recordó la abnegada defensa de los derechos cívicos que Asma Jahangir llevó a cabo. Por ejemplo, en 1983 participó en el movimiento para la recuperación de los derechos políticos y fundamentales bajo el régimen militar. Por esta labor fue confinada en arresto domiciliario y más tarde encarcelada. De nuevo en 2007 estuvo bajo arresto domiciliario, por haber participado en la dirección del movimiento de abogados, tras la imposición del Estado de emergencia en Pakistán. Pero nada de eso la hizo desistir de su compromiso, dijo Zeid.
“Asma fue una vocera intrépida que exigió justicia para las mujeres, los niños y las personas más marginadas, desfavorecidas y discriminadas en el mundo entero”, afirmó el Alto Comisionado. “Nunca perdió la esperanza”.
Fuente: ACNUDH
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