Mensaje de Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa
En una época de cambios rápidos y frecuentemente trascendentales, el valor de una prensa vigorosa, independiente y pluralista es innegable.
En el último año y medio de transformación en el Oriente Medio y el Norte de África, los medios sociales, los teléfonos móviles y la televisión por satélite han tenido una función decisiva al generar un efecto de expansión extraordinario: del simple llamado de un verdulero a que se respete su dignidad humana a la caída de regímenes autocráticos y la posibilidad de que millones de personas disfruten por primera vez de la democracia y de las oportunidades que se les han denegado durante tanto tiempo.
Este año esa función se pone de relieve con la elección del tema de la observancia del Día Mundial de la Libertad de Prensa: Voces nuevas: la libertad de los medios contribuye a la transformación de las sociedades.
Una prensa libre proporciona el acceso a la información que las personas necesitan para adoptar decisiones críticas sobre su vida. Obliga a los dirigentes a rendir cuentas, revela la corrupción y promueve la transparencia en la adopción de decisiones. Es un instrumento para la concienciación y ofrece un cauce a distintas voces, especialmente a aquellas que de otra manera no se harían oír.
Lamentablemente, la libertad de prensa sigue siendo frágil. En su trabajo los periodistas se enfrentan a diario a amenazas gravísimas. El año pasado murieron en distintas partes del mundo más de 60 periodistas y muchos más resultaron heridos. Al 1 de diciembre de 2011, 179 periodistas se encontraban detenidos, según información del Comité de Protección de los Periodistas, lo que entraña un aumento del 20% respecto del año anterior y constituye el nivel más alto registrado desde el decenio de 1990. Muchísimos otros fueron silenciados o censurados por gobiernos, empresas y personas influyentes. La impunidad de que disfrutan los que atacan o amenazan a los periodistas sigue siendo un fenómeno de inquietante prevalencia.
Me indigna que estén aumentando los ataques contra los periodistas. Exhorto a todos los interesados a prevenir esa violencia y procesar a los responsables. Los defensores de la prensa libre protegen nuestros derechos y debemos proteger los suyos.
En septiembre del año pasado las Naciones Unidas celebraron la primera reunión interinstitucional dedicada a la seguridad de los periodistas. Un resultado de esa reunión fue un Plan de Acción amplio y el sistema de las Naciones Unidas se está movilizando para intensificar nuestros esfuerzos a fin de crear conciencia y ayudar a los Estados Miembros a fortalecer sus marcos jurídicos y alentarlos a investigar los ataques contra los periodistas.
Al observar este Día Mundial de la Libertad de Prensa, comprometámonos a hacer cuanto esté a nuestro alcance para que los periodistas puedan realizar su labor, tanto en los medios nuevos como en los tradicionales, labor que constituye una contribución indispensable para la construcción de sociedades más firmes, más saludables y más pacíficas.